Acaban de pincharme el culo -no penséis cosas raras, es que he vuelto de urgencias-, y
El maravilloso asiento rojo
estoy esperando a que mis amigos vengan de ver Django Unchained porque son unos furcios y han tenido justo que ir el día que estoy en el señor médico, así que qué mejor manera de entretenerme es escribir alguna tontería por aquí.
La verdad es que pensaba escribir una opinión acerca de todo lo que sucede con la política española, pero me acaban de decir que estoy pachucha por estrés, así que mejor no cabrearme.
Estoy coja, y resulta que he tenido que llevar muletas durante una semana. Ha sido horrible, no sé cómo andar con ellas, y cada vez que daba un saltito soltaba un iah! con lo que conseguía que toda la gente se me quedara mirando; y además un recorrido que normalmente hago en 5/10 minutos, lo hacía en una señora hora. De verdad, no exagero. Horrible todo. Bueno, no todo, por fin, por fin, me ha pertenecido un delicioso asiento rojo del autobús, de esos en lo que siempre me da cosilla sentarme -de hecho creo que es la primera vez que me siento en uno- porque no estoy dentro del grupo. Sigue leyendo →